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LIC. JORGE LOYOLA BARROS GUAYAQUIL ECUADOR
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"Soy diácono permanente y junto con
mi señora tenemos un centro educativo aquí en Guayaquil, que se llama Unidad
Educativa Manuel Camizares. En la época que estudiábamos para la
licenciatura tuvimos un accidente y dentro de ello me di un golpe en la
rodilla. Ha transcurrido el tiempo desde hace más o menos treinta años que
pasó ese accidente y ahora que tengo sesenta años me empezó una enfermedad,
un dolor a los huesos, la rodilla me sonaba al sentarme, al pararme como una
silla vieja. He acudido a múltiples doctores prestigiosos, ellos me han
recetado un sin número de inyecciones, pastillas y sin embargo seguía con mi
cojera, luego vino un problema de carácter familiar emocional, otra caída
mía y es así que me acerco por intermedio de mi hija que está estudiando
medicina, Dorita María está en el sexto año de medicina y con mi señora Lic.
Dora de Loyola me trajeron donde el Dr. Gilbert cuando estaba en la Clínica
de Guayaquil. Yo allí me mostré escéptico a estos casos de los fuegos, creía
que era mentira, pero bueno tuve la oportunidad de conocerlos a ustedes
cuando hacían los fuegos en el parque Kennedy. Transcurrieron los días y
ahora ya no cojeo, camino bien y en el aspecto emocional que tuve yo en mi
caída con mi señora, he logrado superarlo y me he reinsertado en mi hogar,
era una cosa dura y difícil como todo ser humano a veces caemos y
resbalamos. Hemos encontrado en el Dr. Gilbert refugio, porque sencillamente
es un hombre extraordinario, muy humano, un hombre que además de sus
conocimientos, influye y aflora bondad, cariño, además de sencillez. Aquí estamos aprendiendo a querernos, comprendernos a sentirnos humanos porque sencillamente a través de este fuego y este humo sanador sentimos la paz, sentimos la cordialidad." |