HENRY BLAS
Baranquilla
Colombia
Teléfono: 34852
  • Plagas en las Plantas
  • Ratones
  • Comején
  • Peces
  • Heridas
  • Conjuntivitis
Cuando recién me inicié en la Terapia Homa, en casa tenía una planta de helechos que estaba llena de insectos, gusanos y mariposas que se la estaban comiendo. La planta estaba dañada en un cincuenta por ciento. Mi suegra me sugirió comprar un veneno para echarle, pero más bien hice los fuegos. Por la mañana del día siguiente salí a dar una vuelta con mi menor hijo y el se dio cuenta que debajo de la maceta estaban muertos muchos gusanos. Nuevamente me hicieron recordar de comprar el veneno, pero no hice caso y me fui. Cuando regresé habían más gusanos muertos y pensé que eso fue por causa del fuego de la pirámide.
También en casa había una mata de rosa que tenía unos insectos llamados "palometas" y del sábado para el domingo ya estaban secas, muertas sin vida.
Un árbol de almendro también estaba atacado por unos insectos, tenía todos los cogollos comidos por los insectos; me dijeron que era un árbol macho que no daría fruto, pero a las pocas semanas el árbol comenzó a florear y después a dar almendras. Los insectos desaparecieron y murieron cayendo al piso. Pude comprobar en ese momento el poder de la energía que se genera en la pirámide que actúa como un control de plagas.

Un año después vino a casa un amigo que tenía una finca en Plato Palatena, allí había cultivado varias hectáreas de mijo y sorgo y me comentó que estaba siendo atacado por los ratones y el comején y además tenía cerca una mazorcas de maíz que tenían gusanos y pensaba que iba a perder toda la cosecha. Le conseguí una pirámide para hacer los fuegos de la Terapia Homa.

En la casa de la hermana de un amigo aquí en Barranquilla había un árbol bonsái que también estaba atacado por mariposas. Estas habían depositado sus huevos que se habían convertido en gusanitos y hasta se veía las crisálidas como se transformaban en mariposas. Era toda una novedad en casa. Yo no dije nada y pensé, cuando hagan aquí el fuego, esos bichos se van a morir. Eso fue una tarde, al domingo siguiente el se iba al campo y me comentó: Algo le echaron a los insectos porque los gusanitos amanecieron muertos. Nuevamente no dije nada. Eso fue por el mes de octubre, meses después en enero me fui para la finca a un paseo y me di cuenta que aunque tenía la pirámide no la había usado porque no entendía algunas instrucciones. Ese mismo día hicimos el fuego Agnihotra, cada uno con su pirámide en el patio de la casa y al día siguiente pasé la mano por las matas viendo a los insectos muertos y mi amigo me dijo que no hiciera eso, porque se propagaría al resto de matas. Al otro día después del fuego, volví a hacer lo mismo, pasé la mano por las plantas y caían de éstas los bichos muertos, se notó la ausencia de ratones y la cosecha de mazorcas al partirlas salían buenas, algunas tenían gusanos muertos y de allí en adelante mi amigo viene haciendo diariamente los fuegos del Agnihotra en su finca.

También en la finca de mi amigo hay dos lagunas, donde él colocó unos peces "bocachicos y mojarras", pero cuando iba a pescar nunca sacaba nada, le dije echa ceniza de Agnihotra al agua y para el segundo viaje que realicé a la finca me di cuenta que habían muchos peces de gran tamaño a pesar del poco tiempo. Puedo decir que la ceniza mejora el agua y se recupera el entorno en la naturaleza.

Un día fuimos a un simposio a un taller de yoga y una de las integrantes se comió un pescadito y se intoxicó y posteriormente tuvo un cólico y malestares. Le di a tomar ceniza de Agnihotra una vez y para la segunda dosis ya estaba curada.
Otra persona padecía un dolor en la columna que no le permitía dormir bien, la encontré acostada en el piso y como yo siempre cargaba mi ceniza de Agnihotra, se la proporcioné y se la apliqué en la columna y se pudo aliviar.

Otro día en la finca un niño se cayó a una charca y se lastimó el codo. Le limpié con agua de la misma charca y le puse ceniza de Agnihotra encima. Alguien dijo que podía infectársele pero no fue así. A los tres días tenía seca la herida. Los poderes germicidas y bactericidas de la ceniza de la Terapia Homa son maravillosos.

También he experimentado con la curación de personas que sufrían de conjuntivitis. Primero hiervo el agua pura, le echo la ceniza de Agnihotra y después se filtra para colocarlo en un gotero y aplicarlo a los ojos y con tres untadas o aplicaciones la conjuntivitis desaparece.

Yo hago los fuegos de la Terapia Homa por las mañanas y en la tarde, porque donde yo vivo hay clínicas de cáncer y oncología y lo hago con esa intención de que se proyecte y le llegue a todas esas personas para ayudarlos a sanar.
Hay una ley física que dice que las energías contenidas emergen, no sé bien de que categoría o nivel son, pero de que sanan, sanan y mejora todo.