CARMEN HURTADO 
TELÉFONO: 051230087
CASILLA 39 - VICUÑA 4TA REGIÓN 
VALLE DEL ELKI
CHILE 
  • Quemadura 
  • Herida profunda
"Desde hace 17 años hago los fuegos en el lugar que yo habito y he tenido muchas experiencias con el fuego y la ceniza de Agnihotra. Yo me he desarrollado en el área de salud y a raíz de eso me ha tocado ver muchas pacientes, he tenido bastantes casos en los que he aplicado la ceniza de Agnihotra directamente con mucho éxito. El testimonio más personal es que tengo de mi misma. Hace tiempo atrás, en vísperas de un viaje al exterior y dentro del apuro y con una tormenta que hacía imposible salir de casa, se me dio vuelta una olla llena de aceite caliente que tenía para freír y ésta cayó sobre mi mano derecha. Fue una cantidad enorme de aceite y yo pensé que era lo peor que me podía suceder. Todo pinto de vista y en ese momento era tiempo de probar mi fe en la ceniza de Agnihotra lo que yo misma he estado entregando a otros. Además no me podía mover del lugar, así que puse mi mano en una ánfora, que tenía con la ceniza colada y que recolectaba y pasé toda la noche con la mano adentro, sacándola a pocos y cuando me volvía el dolor, volvía a ponerla. Así la pasé y decidí no ir al hospital, ni hacerme ningún tipo de tratamiento, porque yo sabía que iban a realizar una limpieza quirúrgica porque conocía todo eso ya que había trabajado en el área de quemados. Yo me iba a Suiza dos días después por dos meses y ya tenía todo listo y dispuesto; entonces me fui con un paquete de ceniza de Agnihotra, con mi mano envuelta en muchas gasas y mucha ceniza. Así pasé los dos meses fuera renovando el vendaje con la ceniza sin limpiar y para mi sorpresa después de pasar por etapas de ampollas y aguas que salían, se fue acabando y no se infectó nunca. Así se fue secando y para cuando volví de viaje, dos meses después, ya mi mano estaba lisa no había cicatriz, no tuve problema alguno en la movilidad de los dedos a pesar de que sufrí una quemadura severa de segundo grado, que probablemente podía haber dejado secuela usando medicina convencional. Pero mi mano, como pueden ver, está sin ningún problema, principalmente entre el medio de los dedos donde la piel es más delicada. Aquí todo esto era una sola ampolla. No usé calmantes ni ningún tipo de desinfectante, ni siquiera me limpié, ni saqué los restos, sino que todo permaneció allí y me la jugué, y la verdad era eso o simplemente suspender el viaje, meterme en los pabellones y con toda mi fe pedirle a Dios que me colaborara y ayudara a salir de esto. 
Un día yo me hice una herida grande en el pie que también estaba para sutura, como yo vivía en le campo, fui al hospital, pero allí no había quien suturara y me pusieron solamente una gasa. Al día siguiente yo abrí y tiré ceniza sobre la herida y me pasó algo tan divertido porque al cicatrizar me quedó toda la ceniza de Agnihotra dentro y ahora se ve una línea negra y la piel está perfectamente cerrada y aunque yo quisiera limpiarla no puedo sacarla. Fue una herida profunda que me hice con un clavo grande doblado como una grapa que se quedó incorporada al zapato, no me di cuenta y en determinado momento crucé la pierna una sobre la otra y me rocé con el clavo en la otra pierna."